Jodi Arias cuenta su versión

“Preferiría morir pronto.”

“la muerte es la última liberación.”

Jodi Arias

La víctima recibió casi 30 cuchilladas, tenía una cortada en el cuello de oreja a oreja y recibió un disparo en la frente. Jodi Arias, ahora condenada por ese asesinato, argumenta ser víctima de violencia doméstica.

De la Redacción
El Diario de El Paso | 2013-05-20 | 17:27

Phoenix—La fase penal del juicio por homicidio de Jodi Arias, concluyó por este día después de la presentación de una serie de argumentos legales en los que sus abogados solicitaron la anulación del juicio y retirarse del caso.

Este martes se reanudará el juicio y Arias declarará ante el jurado.

La juez rechazó la solicitud de la defensa respecto a la anulación del juicio basado en un testigo clave que recibió amenazas de muerte.  En protesta a esa decisión, los abogados de la defensa Kirk Nurmi y Jennifer Willmott le solicitaron permiso para abandonar el caso.

La juez también rechazó esa propuesta.

La defensa dijo que no tenían planes de llamar a declarar a nadie ante el jurado antes de que el panel inicie la deliberación sobre si sentenciar a cadena perpetua a Arias de 32 años de edad o ejecutarla por haber asesinado a su amante en el 2008.

A principios de este mes, Arias fue acusada de homicidio en primer grado por haberle quitado la vida a Travis Alexander.  La semana pasada, el jurado escuchó los comentarios del hermano y hermana de Alexander quienes lloraron al describir la manera en que su asesinato afectó sus vidas.

La juez Sherry Stephens instruyó al jurado para que considere una serie de factores al decidir qué sentencia deben imponerle, incluyendo el que Arias no tiene antecedentes criminales y las afirmaciones de que fue una buena amiga, que tuvo una infancia llena de maltratos y es una artista talentosa.

En las declaraciones iniciales, el fiscal Juan Martínez le comentó al panel que ninguno de esos factores debería provocar que el jurado considere una sentencia que no sea otra que la muerte, tomando en cuenta la naturaleza brutal de la masacre.

Kirk Nurmi, abogado de la defensa, le explicó al jurado que Arias podría declarar en esta semana.

“Cuando uno se da cuenta quién es la Srita. Arias, entiende que la vida sería la sentencia adecuada”, comentó Nurmi.

Arias de 32 años, reconoció haber matado a Alexander en la casa de él que se encuentra en un suburbio de Phoenix, el 4 de junio del 2008.  Inicialmente negó haber participado en el delito y posteriormente culpó a un intruso enmascarado.  Dos años después de su arresto, Arias comentó que mató a Alexander en defensa propia.

La víctima recibió casi 30 cuchilladas, tenía una cortada en el cuello de oreja a oreja y recibió un disparo en la frente.  La fiscalía reveló que el ataque fue provocado por un ataque de celos ya que Alexander quería terminar su amorío con Arias y estaba preparando un viaje a México con otra mujer.

El 8 de mayo, el jurado condenó a Arias por homicidio en primer grado, y los 12 integrantes estuvieron de acuerdo de manera unánime que fue premeditado, después de aproximadamente 15 horas de deliberaciones durante cuatro días.

Posteriormente, al panel le tomó menos de tres horas determinar que el homicidio fue especialmente cruel, lo cual significa que la pena de muerte podría considerarse en la sentencia.

Dictar sentencia será la fase final del juicio.  Se espera que en esta semana el jurado empezara a deliberar cuál será el destino final de Arias.

Este proceso será una especie de mini-juicio ya que al fiscal se le permitirá contra-interrogar a cada testigo, y ambas partes expondrán los argumentos finales antes de que el jurado empiece las deliberaciones.

De acuerdo a la ley de Arizona, si el jurado no puede llegar a una decisión o sentencia unánime, el panel será descartado y empezará de nuevo la selección del jurado.  Otro panel podría escuchar los argumentos sólo en la fase penal para determinar la sentencia.  Si el segundo panel no puede llegar a un acuerdo unánime, el juez sentenciará a Arias ya sea a cadena perpetua o a pasar el resto de su vida en prisión con la posibilidad de ser liberada después de 25 años.

La parte más esperada de la fase penal será cuando Arias suba al estrado, aunque se ignora lo que podría decir.  Minutos después de haber sido acusada de homicidio, Arias complicó la situación de la defensa al otorgarle una entrevista a la televisora KSAZ, y comentar que preferiría morir a pasar el resto de su vida en prisión.

No se sabe si la fiscalía podría usar esas palabras en su contra en la corte, ya que algunos expertos dicen que podría utilizarse en su contra y esto provocaría que la sentenciaran a morir.

“Jodi Arias ha demostrado ser una manipuladora y podría haber dicho eso para obtener una reacción del jurado”, comentó Michael Cardoza, abogado defensor de San Francisco.  “Ella podría esperar que el jurado diga “No le vamos a dar lo que ella desea, si ella quiere la muerte le vamos a mantener con vida”.

Cardoza hizo notar que en el caso de Arias, con tanta evidencia en su contra, la defensa podría quedar satisfecha con mantenerla alejada del pabellón de la muerte.

Thomas Gorman, abogado defensor de Arizona, quien ha manejado docenas de casos de penas de muerte, comentó que Martínez no necesitaba mencionarle al jurado los comentarios que hizo Arias en la entrevista por televisión debido a que no han sido registrados en el juicio.

“Ellos no pueden evitarlo”, dijo Gorman.  “Si ellos se encuentran en un bar o en un restaurante, van a ver y escuchar cosas”.

Arias tampoco puede escoger la pena de muerte. El jurado es que el que tiene que determinar la sentencia. Y aunque la apelación de la pena de muerte es automática en Arizona, ella podría optar por no realizar apelaciones adicionales si en realidad desea morir por haber cometido ese delito.

A principios de esta semana, después que Arias fue entrevistada tras ser condenada, sus abogados solicitaron abandonar el caso, sin embargo, una juez negó la propuesta.  Expertos legales dicen que la decisión no fue algo sorpresivo debido a que los abogados tienen un conflicto de intereses ya que ellos están tratando de salvarle la vida y Arias ha dicho que preferiría morir.

La moción para retirarse del caso no tendrá impacto en la fase penal del juicio debido a que el jurado no está al tanto de esa petición.

Jodi Arias podría ser la cuarta mujer que espera la pena de muerte en Arizona

Phoenix (AZ)– — La hispana Jodi Arias, declarada culpable del asesinato de su novio en 2008, podría unirse, si un jurado así lo determina, a otras tres mujeres que aguardan la pena de muerte en Arizona.Un jurado compuesto por ocho hombres y cuatro mujeres determinarán en la Corte Superior del condado de Maricopa durante los próximos días si Arias recibe la pena capital por el sangriento asesinato de su novio, Travis Alexander.

Después de cuatro meses de mediáticos testimonios, Arias, de 32 años, fue declarada culpable de asesinato en primer grado el pasado 8 de mayo.

El mismo jurado concluyó la semana pasada que existió “crueldad extrema” en el asesinato de Alexander, quien el 9 de junio de 2008 recibió un tiro en la cara, su cuello fue cortado de lado a lado y fue apuñalado 27 veces en su casa.

Tras la conclusión del jurado, Arias, de ascendencia mexicana por parte de padre, podría ser sentenciada a la pena máxima y unirse a la lista de las mujeres sentenciadas a muerte en Arizona.

En esta lista se encuentra Debra Milke, quien fue declarada culpable de la muerte de su hijo Christopher Conan Mike en 1990.

El 2 de diciembre de 1989, Milke y dos cómplices dijeron a Christopher, de cuatro años, que irían a conocer a Santa Claus en un centro comercial, pero lo llevaron a una zona apartada en el desierto, le dispararon en la cabeza y dejaron su cuerpo en el lugar.

Durante el juicio, la fiscalía aseguró que el niño se había convertido en una carga pesada para la acusada, por lo que lo quería muerto.

Milke, actualmente de 49 años, fue la primera mujer en ser sentenciada a la pena de muerte en Arizona desde 1932.

También recibió la pena máxima Wendi Andriano, de 42 años, que, de acuerdo con la fiscalía, mató a su esposo, enfermo de un cáncer terminal, porque estaba cansada de cuidarle.

Debido a que el veneno no funcionaba tan rápido como ella quería, lo apuñaló y lo golpeó con un taburete hasta que murió. La mujer fue sentenciada en 2004 por asesinato premeditado.

El fiscal en este caso fue Juan Martínez, el mismo que podría llevar el de Arias en las deliberaciones por la pena capital.

El caso más reciente de una mujer sentenciada a muerte en el estado es de febrero de 2011, cuando Shawna Forde, de 45 años, fue sentenciada por la muerte del hispano Raúl Flores Jr y su hija Brisenia Flores, de 9 años, en la población fronteriza de Arivaca.

Forde, miembro activo del grupo paramilitar Minuteman, se hizo pasar por agente del orden para entrar en el hogar de Flores, el 30 de mayo de 2009.

Según documentos de la corte, Forde, acompañada de otras dos personas, entró a la vivienda en busca de drogas y dinero, que esperaba utilizar para financiar las actividades del grupo paramilitar que vigila la frontera de Arizona con México.

Cuando los invasores no encontraron droga, se llevaron joyas, pero primero mataron al padre y a la hija. Gina González, esposa de Flores y madre de Brisenia fue la única sobreviviente y testigo principal durante el juicio.

“La Corte Suprema de Estados Unidos decidió que es el jurado quien debe sentenciar a la pena de muerte a una persona y no el juez”, explicó a Efe Antonio Bustamante, penalista en Arizona.

El abogado agregó que ahora que el jurado determinó que hay razón suficiente para considerar la pena capital, la decisión debe ser unánime.

También aclaró que si el jurado no puede llegar a una decisión unánime, será el juez quien pueda sentenciar a Arias a pasar el resto de su vida en prisión o vida en prisión con posibilidad de salir con libertad provisional después de 25 años.

Hasta el momento, no hay ninguna fecha establecida para ejecutar a las mujeres que actualmente se encuentran sentenciadas a la pena de muerte, quienes siguen apelando sus casos.

La última mujer que fue ejecutada en Arizona fue Eva Dugan, en 1930.