El cineasta y pornógrafo japonés Daikichi Amano crea imágenes pornográficas que recuerdan a la tradición antigua del grabado erótico japonés. Amano utiliza fetiches extraños como animales que se retuercen en cuerpos desnudos que gozan, ya sean mujeres envueltas por criaturas del mar u hombres guerreros. El mundo pornográfico de Amano es tan atractivo como macabro. Amano es considerado en Japón como un cineasta de la pornografía, mientras que en otras partes del mundo, como Estados Unidos, es conocido como artista. Al final de cada producción, los animales utilizados en la filmación son cocinados y comidos por la producción.