El ardid de la crianza: cómo las asesinas seriales atraen a sus víctimas.

Por Joni E. Johnston

Ted Bundy fingía que tenía una fractura en el brazo para atraer a las mujeres jóvenes ingenuas. John Wayne Gacy les prometía empleo en su constructora. Charles Howard Schmid se paseaba alrededor de escuelas de bachillerato e impresionaba a las estudiantes con las cosas caras que les compraría, una vez que se convencían de ir con él, algunas de ellas nunca regresaban. Sigue leyendo