Sobre la Literatura Queer en Colombia: De la necesidad de una Educación Social en la cultura

Por Jonathan Bravo De Roux

Al recorrer el proceso de configuración del mundo social y permeado por el constante bombardeo de los medios de comunicación, encontramos una sociedad que en su mayoría pretende adoptar modelos generados por una cultura de consumo. Es allí donde uno de los factores influyentes para sugerir, es el sexo.

Hoy también nos percatamos de que la influencia literaria nos cuenta de las diferentes ideas con que cuenta el pensamiento humano para estructurar el mundo social y de la importancia del cerebro como centro de nuestro universo intelectual. Cabe decir, que mis referencias acerca de los mundos obedece a la filosofía en cuanto ordenar el pensamiento en tres mundos:Mundo Subjetivo, mundo Social y Mundo Objetivo.

Debo advertir que la generalidad con que hablo del tema Queer, está suscrita al hecho de que los homosexuales han influenciado inmensamente los avances Humanistas en el mundo, pero que en la sociedad contemporánea esa importancia del Ser, se ve opacada por el uso empresarial de modelos y estereotipos estéticos en los que los gay tienen un conocimiento amplio y también en la cultura “fashionista” que los medios de comunicación, operados por el poder capitalista incrusta todo los días a través de la televisión..

Ahora, arbitrariamente instauro ciertas visiones de mi pensamiento, que la lectura de poetas y novelistas homosexuales colombianos han ayudado a configurar, para entender la visión de un país como Colombia y que de forma crítica pretenden elevar mi voz y opinión sobre lo que me acongoja en estas letras.

Creo que nunca me he sentido con tanto miedo como cuando tengo que asumir un rol ante la sociedad. En la época desde donde escribo, una lucha por definir la identidad y la orientación sexual y de género, equivaldría mayormente a una persona que se hace “el de la vista gorda”.

Como todos los colombianos, estoy inmerso en una sociedad que no promete ser mejor que otras y de cómo escuché por ahí Colombia es la mezcla entre “Suiza y Somalia con Narcotráfico”. Afirmación que comparto, porque la comparación deja un tanto a la imaginación, ya que si el lector requiere ayuda para comprender, bastara solamente una mirada a la ciudad y observar la condición social de la gente. Así mismo ocurre con la homosexualidad, cuando aparece en nuestro entorno, se disparan las alarmas.

No sé por cuales caminos andaré para encontrarle solución, pero el miedo a la homosexualidad se ha visto reflejado en la crianza y educación impuesta por el Estado y la Iglesia, donde a pesar del avance tecnológico seguimos viviendo en la época de la Colonia.

Mi tesis es que el genio se convirtió en chivo expiatorio, y para no tocar susceptibilidades, creo que debemos aceptar que los gays son arriesgados al correr por sus sueños sin importar “el que dirán” lo cual los hace dignos de admiración y de genialidad a la hora de buscar y encontrar lo que desean, contrastados por las diferentes opiniones que la mal explorada sexualidad de la gente, que critica o apoya a los “maricas”, y para sus ignorancias deberá saber que son “Maricas Eminentes” y que su irreverencia y espontaneidad, configura todos los círculos sociales.

Pero el problema que ahora tenemos, es que la educación del pueblo no se ve por ningún lado y depende del prejuicio para dirigir una sentencia y ahí es donde encarecidamente solicito conciencia para educar intelectualmente a los que no usan la Razón, y ser comprensivos usando las palabras, para no ubicarse en el nivel de la ignorancia, cuando el irrespeto sexual genere incomodidad en personas heterosexuales.

Ante todo el respeto por todos los seres humanos usando la Razón sobre la Pasión y teniendo claro, seguro y definido su Yo.

He cuestionando entre prejuicios el sexo y la política tradicional, buscando agregarles un poquito de sazón a la mirada prejuiciada de lo que se viene a la mente, uniendo el sexo con la Razón y la política con la Pasión, cada una influenciada por la religión Católica, dejando lo evidente de ésta de no reproducirse para contener el poder económico y social.

Me adentro en una cultura mediática que ha desarrollado sistemas sutiles para oponerse a la educación, en la que alego que hay una falta en la cultura social de nuestro país; en especial en nuestras ciudades donde residen los homosexuales y los machos acomplejados.

Como parte de este proceso de enfrentar un paradigma social, como temerle a la sexualidad, (hablando en términos de austeridad religiosa o al sexo libertino) el encuentro social con una persona del mismo sexo propone un rechazo inmediato en el yo. Como consecuencia del pensamiento de evitar la vergüenza social, de evitar la generalizada voz de los homofóbicos y los juicios de personas que actúan motivados por la ignorancia y la imprudencia, el condenar cualquier acto “no bien visto”, hace que el mismo rechazo se presente entre los “enclosetados” y los bisexuales.

Y así nos encontramos con una sociedad machista donde la mayoría de los colombianos, presa de la colonización y de un capitalismo mal edificado en un país que parece continuar en el siglo XIX, me hace tristemente asumir una voz en la defensa de uno de mis temores: Ser gay.

Este ensayo pretende revelar las críticas sociales a las que se enfrenta un hombre que puede perder su estatus dentro de un sistema donde todo funciona en apariencia y donde los derechos humanos son cada día objeto de observación en el mundo. Nací en un año en donde nuestro país tuvo dos aturdantes momentos como fueron la toma del Palacio de Justicia y la tragedia de Armero. Llegar a 2010 mirando en libros, en la historia, en videos de youtube, blogs, etc., revela inconteniblemente la lucha de poderes y los “ciudadanos” (el resto del pueblo) que solo ve información censurada, partidos de futbol, reallities show, novelas y noticiarios opacados por la farándula, hace que la mayoría opte por desentenderse de la política y del país. Todo esto me lleva a comparar las crisis que vivieron los países del sur con la dictadura militar.

No obstante, la capacidad de desapego producto de la alienación cultural, me lleva a reprimir mas una constante emocional y un saber de que lo que queremos, no lo podemos tener y con esto me refiero a una sociedad como la soñaron nuestros padres griegos y romanos con conocimiento, amor y justicia.

Para algunos debe parecer una perdedera de tiempo pensar por fuera del círculo de conformidad, ya que los mundos configurados dentro de este mundo en donde nos encontramos con mentes que iluminan de forma espiritual y otros que se sumergen en una oscuridad casi demencial, enfocan en productos de la moda su vida y los constantes caprichos de la vista, esperando caóticamente a que la mente vislumbre su origen y deje de ser inconsciente por su poca fuerza de voluntad debilitada por la luz del televisor.

Opino que solo se debe pensar en el yo, configurando en la armonía de los tres mundosfilosóficos del pensamiento, pero que no se ha dejado ser y que continua sus caminos observando y criticando los climas naturales, las clases sociales, las diferencias políticas, los sectarismos raciales, violaciones de derechos y condena a los homosexuales.

Creo que amando la vida y a si mismo intelectualmente, se respeta el Mundo Social.

Cuando pienso en lo que puede significar ser homosexual, pienso en el fin de mi carrera y más si en algún momento me dedicara a la política educativa y cultural. Pues si asumo mi orientación sexual, corre dentro de mi una especie de miedo por todo el cuerpo al pensar en el temor que significaría ser confundida arbitrariamente mi orientación con la identidad sexual de alguien que asume roles femeninos, puesto que la gente tiende a generalizar, en blanco, negro, “marica”, “perro” o “pendejo” que me hace dudar y hasta sentir miedo si debería enfocarme en bajar la guardia y seguir reprimido socialmente o sentir una profundísima tristeza y culpa de no ser quien puedo ser para educar culturalmente; lo cual significaría dejar a un lado el tema en cuestión, que considero clave para configurar la cultura y el respeto a través de la reiterada Educación Social.

¡El capitalismo que se configure y que sea mas humano con la mano de obra! pues somos una especie como todas las que fecundan en la tierra y se debe reconsiderar tomar enseñanzas de la gente humilde y sabia que tenemos en Colombia y transformar las herencias culturales como la hindú, para generar respeto de géneros a través de la concentración de la atención en la meditación.

Doy una mirada a la realidad, y me doy cuenta de que mis cuestionamientos son cada vez olvidados por todos, mirando un Mundo Social gay de Cali donde las personas de este círculo, identificadas en la vida pública, sugieren lugares propicios para la rumba, donde las vestimentas propias de la moda actual llevan androginia en el cuerpo masculino, conociendo a unas cuantas personas bajo la tergiversación de la palabra “loca” los cuales adoptan roles femeninos y que si carecen de educación son irrespetuosos y si la tienen son clasistas.

La visión que tengo de la máscara gay colombiana es la de mujeres aristócratas de la colonia que se emborrachan y una vez sin juicio, tienen sexo con cualquiera que consideren de su nivel económico, (y eso).

Es evidente que los diferentes estereotipos de gay en Cali no me satisfacen del todo, saber que la sociedad inculta, desculturizada, ignorante y alienada, no entiende la problemática de la Educación Social que requiere, sino que desconoce la realidad por sumergirse en una “consciencia” basada en una mirada prejuiciada que conlleva a discriminar generalmente a los gay.

El contacto de un heterosexual con un homosexual dado en condiciones iguales, converge en una relación cordial donde los dos sujetos pueden maravillarse con una conversación que tiene como finalidad acrecentar su conocimiento e intelectualidad.

El miedo está latente y mantiene su dirección, estoy enfrascado en un país donde faltan 20 o 30 años para salir a flote a nivel cultural y donde solo tengo juicios, prejuicios y pensamientos en mi mente sobre lo que la gente asume cuando tiene dinero: Estabilidad, Lujuria y Poder.

La educación a la que quisiera llegar es el reto en mi futuro, a sabiendas que todos los días se teme a perder la vida en una rencilla callejera, en un robo o peor aún, víctima de los que callan a los que piensan.

Barba Jacob y Fernando Vallejo, compañeros de variedades novelísticas y de sus vidas, intentan retratarme lo que es caminar en un valle donde la diversidad sexual abunda en 40 millones de colombianos, y que mas allá, el mundo también nos trae visitantes de otros países que nutren las diferentes mentes que existen aquí.

Hoy por hoy los mundos posibles individuales en las personas que he podido conocer, me deja compartir el mismo miedo que ellos poseen, un miedo que nos hace poner barreras invisibles y asumir una vida de represiones que nada nos deja, más que sentirnos inseguros de quienes somos.

El fuego en mi corazón solo se ve evidenciado en las personas que con fuerza luchan para generar derechos en las personas que guardan silencio, en una cultura como sucede enPurgatorio de Tomas Eloy Martínez donde deja referencia por uno de sus personajes de que “la gente cree lo que se le dice” y que con magia mediática se hace ignorar las atrocidades que han tenido que vivir, lo cual ocurre a nuestro alrededor sin tener otra escapatoria que ocultarse tras la sombra de la muerte porque los poderes oscuros deciden sacarlos de la vida, mas aun, porque simplemente los cuerpos no aguantan más de lo que su capacidad intelectual produce y cuando llegan a su límite son sacados de este mundo a través de la muerte. Y esto sería una explicación de por qué tanta gente muere de cáncer, sida, y demás enfermedades que degeneran el cuerpo. Grandes genios han muerto duramente, Alfonsina Storni y Virginia Quintero, unas de tantas, por hablar solo del cáncer. Una de las otras explicaciones que no he explorado, es el uso de las drogas y el alcohol de parte de los que viven la vida pensando en una sociedad mejor, pero eso sería tema de otro ensayo. Lo cierto es que algunos damos uso a estos con el fin de no pensar tanto en lo que no es viable sin dar la voz.

Quisiera otro mundo, pero éste está tan metido en nuestros ojos y en nuestras vidas que nos saca de lo importante de nosotros por sucumbir ante la saturación social.

BIBLIOGRAFÍA

 

 

GERGEN, KENNETH J. El Yo Saturado. Edi. Paidos México 1991

MARTÍNEZ, TOMÁS ELOY. Purgatorio. Edi. Alfaguara España 2008

BAUTE, ALONSO SANCHEZ. Al diablo la maldita primavera Edi. Alfaguara Colombia2003

VALLEJO, FERNANDO. Barba Jacob El Mensajero. Edi. Planeta Colombia 1997.

Fuente: http://www.litrasfalsas.net/